El primer viaje sola sin boleto de regreso 11/16/2016 La pantalla parpadeaba. Parecía un juego buscar tu número. Una broma de mal gusto. Ya no recuerdo qué número era el mío, pero cada vez que parpadeaba la pantalla blanca con números negros, buscaba el mío sin éxito. Los números indicaban quiénes habían sido aceptados para estudiar Diseño Industrial en el Centro de Investigaciones de Diseño Industrial y yo no había sido aceptada. Tenía un nudo en el estómago que desafortunadamente compartí con muchos que merecían quedarse. Había mucho esfuerzo en
El primer viaje sola sin boleto de regreso 11/16/2016 La pantalla parpadeaba. Parecía un juego buscar tu número. Una broma de mal gusto. Ya no recuerdo qué número era el mío, pero cada vez que parpadeaba la pantalla blanca con números negros, buscaba el mío sin éxito. Los números indicaban quiénes habían sido aceptados para estudiar Diseño Industrial en el Centro de Investigaciones de Diseño Industrial y yo no había sido aceptada. Tenía un nudo en el estómago que desafortunadamente compartí con muchos que merecían quedarse. Había mucho esfuerzo en
El primer viaje sola sin boleto de regreso 11/16/2016 La pantalla parpadeaba. Parecía un juego buscar tu número. Una broma de mal gusto. Ya no recuerdo qué número era el mío, pero cada vez que parpadeaba la pantalla blanca con números negros, buscaba el mío sin éxito. Los números indicaban quiénes habían sido aceptados para estudiar Diseño Industrial en el Centro de Investigaciones de Diseño Industrial y yo no había sido aceptada. Tenía un nudo en el estómago que desafortunadamente compartí con muchos que merecían quedarse. Había mucho esfuerzo en
La pantalla parpadeaba. Parecía un juego buscar tu número. Una broma de mal gusto. Ya no recuerdo qué número era el mío, pero cada vez que parpadeaba la pantalla blanca con números negros, buscaba el mío sin éxito. Los números indicaban quiénes habían sido aceptados para estudiar Diseño Industrial en el Centro de Investigaciones de Diseño Industrial y yo no había sido aceptada. Tenía un nudo en el estómago que desafortunadamente compartí con muchos que merecían quedarse. Había mucho esfuerzo en