LOS VIAJES PARA CREAR EMPATÍA: ECUADOR

Las imágenes del conflicto de Ecuador en internet ahora tienen nombre y rostro: Daniela, para mí, es Quito.

En el 2018 un grupo de compañeros, compañeras, un profesor de arquitectura y yo fuimos a la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito, Ecuador, para participar con un análisis crítico de tres obras arquitectónicas.

Durante uno de los primeros días de la Bienal, salimos del lugar en donde se llevaba a cabo uno de los eventos y nos encontramos con una marcha. Era un contingente de gente joven, con letreros de cartón, paraguas y bolsas como impermeables porque era un día lluvioso. Lo que llamó mi atención fue que gritaban la misma consigna que gritamos en México durante las manifestaciones: “¡Aleeerta! ¡Alerta que camina! ¡La lucha estudiantil por América Latina!”. Estar a miles de kilómetros de México, en otro país, y escuchar el mismo canto de lucha, con las que parecían ser las mismas voces, atrajo mis pies a unirme porque entendí que su lucha era mi lucha. Entré en el contingente y me fundí con todos y todas. Canté y escuché con atención. No sabía por qué marchaban así que me acerqué con una chica que lucía amigable: Daniela R.

Para mi sorpresa, Daniela era una profesora de filosofía de una universidad pública en Quito y estaba muy bien informada. Me explicó con detalle el conflicto, y me propuso unirme al contingente el resto de la marcha. Se trataba de un recorte presupuestal tremendo que le iban a hacer a la educación pública, y los y las estudiantes salieron a las calles para defender su derecho a la educación gratuita y de calidad. Por desgracia, la población en general no aprobaba ese tipo de manifestaciones y miraba al movimiento como una bola de estudiantes revoltosos. No me sorprendió en lo absoluto, pasa lo mismo “aquí y en China”.

Estuvimos cuando cerraron las avenidas principales, cuando prendieron fuego a una llanta, cuando el transporte público se tuvo que desviar, y después, una mujer que estudiaba en la universidad subió a un puente peatonal que funcionaba de podio y dio un discurso muy emotivo de cómo debía de unirse el movimiento estudiantil en Ecuador y toda América Latina. A continuación, nombró algunos conflictos sociales y, de pronto, nombró a México y la desaparición de estudiantes. Casi lloro. ¡Claro que era la misma lucha! ¡nos están atacando con el mismo cañón, sólo varían los acentos y las banderas!

Más tarde fui a comer con Daniela, y me invitó la mejor comida regional que probé en Ecuador. Y al mejor precio. Platicamos, nos recomendamos libros, autores, lugares, intercambiamos contactos y nos despedimos con un abrazo fraternal. Después volví con mi equipo de la bienal.

En los días siguientes, fue nuestro turno de presentar el análisis en la Bienal. En mi caso, hablamos del Museo y Sede Institucional Madinat Al-Zahara. Fue una experiencia muy enriquecedora. Como parte de nuestra aportación, hablamos de la Decolonialidad, presentamos un “códice” con la intención de ir más allá de las representaciones occidentales y formales de análisis. A pesar de que nos vestimos con ropa elegante, subimos con los pies descalzos para dislocar las expectativas de lo que “se debe de hacer” en un evento de tal importancia. En el escenario conversamos con un crítico chileno, con la autora y el autor de la obra, y con el moderador, acerca del significado de la Decolonialidad, de la importancia del reconocimiento del Otro y del papel social de la arquitectura. Al final, aprovechamos el espacio que se nos abrió en el micrófono para hacer un llamado a la toma de consciencia de lo que sucedía afuera en las calles y de la importancia de defender la educación pública y gratuita.

Esos días fueron muy fructíferos. Caminamos mucho y tratamos de conocer lo más que pudimos en el corto tiempo que estuvimos en Quito. Unos días antes habíamos viajado a la costa y, por primera vez, tuvimos contacto con la población negra de nuestro continente (al menos con quienes tienen un fenotipo africano, porque ahora sé que la afrodescendencia está presente en México también, pero más “diluida”). También hablamos (poco) con las y los indígenas que vendían sus artesanías en el centro de Quito y aprendimos algunas palabras en Quechua.

Volvimos con una sensación amable de ese país del sur. La primera vez que yo había visitado Sudamérica. Sentía que había conocido a un integrante de mi familia, con quien compartía rasgos físicos, lenguaje, historia pero que no había visto nunca de frente hasta ese momento.

Un año después, leo lo que sucede en Ecuador. Los indígenas llegaron a Quito caminando desde sus poblaciones y rompieron la barrera de militares. Hay tanques en las calles. Estudiantes están siendo detenidos/as. No fue aprobado el aborto legal. Lanzan bombas de gas lacrimógeno a quemarropa. Un estudiante perdió un ojo. Y lo puedo sentir. Resuenan sus voces en las calles de Pichincha. Miro a la comunidad estudiantil desde mi teléfono y la recuerdo marchando en el contingente frente al foro de la Bienal. Escucho los acentos en los videos de gente enojada gritando que ya vienen los militares y puedo escuchar la voz de Daniela contándome lo que sucedía en el 2018; miro los edificios nublados por gas lacrimógeno y recuerdo mis tranquilas caminatas por la ciudad lluviosa. Y no puedo sentir más que empatía. ¿Cómo se apoya un movimiento social a miles de kilómetros de distancia?

En primer lugar, debo informarme bien de lo que sucede en Quito. En segundo, entiendo que muchas veces la falta de acción es por la falta de empatía, y agradezco que la experiencia de Quito me permite sentir empatía hoy; sentir que su lucha es mi lucha. En tercer lugar, puedo difundir la información, pero aprovecharé este, que es mi espacio y los viajes son el tema que manejo, para recalcar la importancia de viajar con los ojos bien abiertos.

 

Viajar no puede limitarse a una búsqueda de experiencias placenteras. Es importante aprovechar el privilegio de estar en otras latitudes para entender cara-a-cara al Otro y Otra. Aprender de frente y comprobar lo que se lee. Sigo en contacto con Daniela, me actualiza de lo que pasa en las calles por redes sociales y me ha mandado notas de voz por Whatsapp contándome lo que ve, lo que siente y lo que hace. Para eso sirven las redes sociales, supongo. Veo la lucha de Daniela y los/las estudiantes que acompañé en las calles, y a los indígenas que vi y que escuché hablar en quechua en todos los videos, fotos y artículos. Después del viaje a Quito, el conflicto de Ecuador tiene rostros.

Las fotos salieron de la cámara del maravilloso Daniel Luna.

P.D.2 Aquí pueden leer el artículo que mandó Daniela a la Revista Consideraciones (de la que soy parte) acerca de la despenalización fallida del aborto en Ecuador.

 https://revistaconsideraciones.com/2019/09/20/ecuador-vota-en-contra-del-aborto-por-violacion/

Y acá un artículo que se sacó del conflicto actual en Ecuador

https://revistaconsideraciones.com/2019/10/09/que-esta-pasando-en-ecuador/

 

5 thoughts on “LOS VIAJES PARA CREAR EMPATÍA: ECUADOR

  1. Mónica Yaniz says:

    Me encanta tu visión.
    Tu apertura, tu pensamiento grande y abarcador.

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  2. Daniel Collaguazo says:

    Hola Andrea, sigo tu blog desde hace años atras tu blog fue parte importante para iniciar mi camino en el mundo viajero y a la vez tu blog me inspiro a crear mi propio blog y estoy en camino de realizarlo……soy de Quito Ecuador …..yo también participe de esas luchas estudiantiles y te agradezco por compartir esta información, hace un parde meses atrás viaje a mexico y fue mi primer gran viaje y con esa historia iniciare mi blog, y como tu dices… Mexico lo senti como mi familia y sus historias las sentí mías.
    saludos y suerte en tu vida y viajes….SALUDOS DESDE ECUADOR

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    1. Xalli says:

      ¡Daniel! ¡¡Qué gusto leer tu comentario!! Me da un montón de gusto que compartamos más que el gusto por los viaje. Pues luego me pasas por aquí tu blog para ir a visitarte 🙂

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  3. Angeles Dávila says:

    Mi niña siempre es fascinante leerte y saber como sientes en tus viajes, como los experimentas ya que escribes con el corazón, te amo y aunque algunas cosas que te suceden me dan miedo, sé que son experiencias de vida que eliges vivir y que los vives desde lo hondo de tu ser. Te amoooo.

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  4. Mixnug says:

    Thank you very much for the invitation :). Best wishes.
    PS: How are you? I am from France 🙂

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